¿Y ahora qué?

Estoy embarazada... ¿Y ahora qué?

Muchas historias hemos escuchado sobre los embarazos y sus síntomas, sí!! Y sobre el aborto??

Cuando te quedas embarazada es el momento exacto en el que se empiezan a jugar las opciones de que tipo de embarazo vas a vivir.

Embarazo intrauterino que puede ser controlado, de alto riesgo, gemelar, de mellizos o  múltiple. Puedes sufrir un embarazo ectópico conocido como embarazo extrauterino pudiendo desarrollarse de manera inadecuada en abdomen, ovario, cervical, etc.  y también existe el embarazo molar donde el embrión no se desarrolla adecuadamente.

Yo quiero hablarles de mi caso, no solo porque me dí cuenta mientras lo vivía que es un tema tabú, sino para ayudar a quien pueda tener algún tipo de duda.

Yo supe de mi embarazo en Marzo y aunque lo estábamos buscando no pensamos que fuera tan rápido pero aún así fue una noticia mágica y nos alegramos muchísimo.
Empecé a vivir unos meses muy graciosos, me convertí en un perezoso glotón, me pasaba el tiempo durmiendo y con mucha hambre. Pasé mis primeras revisiones, analíticas y al margen de las palabras del ginecólogo de cuidado con comer tanto porque al final del embarazo puedes parecer un globo aerostático  todo iba muy bien.
Una tarde llegué a casa y tenía un pequeño sangrado me puse muy nerviosa salí corriendo a urgencias, allí revisaron el embrión escuchamos su latido y todo iba bien me mandaron reposo así que anulamos nuestra luna de miel. Tras una semana y otra revisión el embrión estaba creciendo genial su latido era fuerte y ya tenía mini brazos y mini pies, estaba en mi 8 semana y nos dijeron que vida normal pero sin esfuerzos. Genial!! estábamos muy contentos y como nos quedamos sin la luna de miel decidimos irnos unos día al hotel dónde nos casamos (Hotel Baobab) fue una semana increíble.
Tenía la próxima revisión para mi semana 11 y allí íbamos cuando al hacernos la ecografía el doctor fríamente nos dijo, esto es un aborto, no hay latido, rápidamente me comentaron las dos opciones de las que disponía para eliminar todo de mi cuerpo, legrado o pastillas vaginales.
Les cuento que el trato fue tan duro y frío que hasta que llegué al coche no me salió ni una lágrima. Escogí las pastillas y al día siguiente empecé a vivir el mes más espantoso y triste.

Gracias a otra ginecóloga que llamé antes de empezar el tratamiento supe que la opción de las pastillas iba a ser muy dolorosa pero más natural que practicar el legrado.
No me arrepiento de escoger esa opción pero si les digo que se pasa realmente mal.

El tratamiento consta de 4 pastillas vaginales que colocas tu misma cada 4 horas. Mi tratamiento empezó a las 8.00 de la mañana y fue sobre las 14.00 cuando empecé a notar los dolores, lo que vives es igual que un parto, el útero se dilata y tienes contracciones, el dolor me dejaba sin poder hablar pero con respiración me pude controlar, aunque tuve momentos inolvidables...

Jamás borraré de mi mente cuando expulse mi bolsa con mi embrión, ha sido de las emociones más desgarradoras y tristes que he vivido. Mi calvito me abrazó tan fuerte que los latidos de su corazón se quedaron guardados en mi memoria. Eran las 6.00 de la mañana, tenía frío y lloré hasta que salió el sol.

Después de 15 días fui a revisión, iba triste, con la piel erizada y pensando que ya no vería ni escucharía a mi bebé, fue muy triste pero respiré hondo y me armé de valor. Ese día inesperadamente salí contenta y agradecida de haber tenido en cada momento de este duro proceso a mi familia pero sobre todo a mi maravilloso marido que aunque no lo ha vivido fisicamente lo sufrió tanto como yo.

Es sorprendente cuando vives esto la cantidad de familiares, amigos, conocidos que te cuentan que han vivido lo mismo que tú o parecido, porque como en los embarazos cada uno vive el suyo, en el aborto también.

Ahora me siento mejor, confieso que el psicólogo y el deporte me ayudan mucho, también el conocer otras historias con final feliz te alienta aunque a pesar de todo esto digo que en ningún momento perdí la ilusión y la esperanza de volver a quedarme embarazada.

Este es un proceso duro, inolvidable, nuestro bebé se ha ido, lo hemos llorado y lo seguimos amando. Ahora es el momento de recuperase física y psicológicamente de coger aire no perder nunca la ilusión y esperar a nuestro bebé Arcoiris.